¿VUELVES A CASA POR NAVIDAD?
“Para Navidad queremos un coche que se aparque cuando las condiciones para conducir no sean favorables y que sepa detenerse en los lugares felices de la vida”
Antes de salir viaje revisa tu coche y…¡tus emociones!
Al emprender el viaje, tenemos que tener el coche a punto y hacernos un chequeo mental para afrontar la conducción. Tenemos que tener en cuenta que conducir es una tarea que produce emociones diferentes, es importante sanear los riesgos que los sentimientos negativos nos pueden acarrear
No está de más preguntarnos cómo nos encontramos física y mentalmente. Porque estar emocionalmente bien es un factor muy importante para conducir.
Vamos a hablar entonces de la importantica salud emocional al volante.
Desde Reconocimientos León afirmamos que el estar emocionalmente bien es una de las cosas más importantes para nuestra salud. La “emoción” es la que toma las decisiones, nuestras “acciones del día a día”… y, aunque están muy presentes en nuestra vida diaria no solemos ni expresarlas ni manifestarlas.
Por eso es importante, pararse y pensar: “¿Qué me pasa? ¿Qué estoy sintiendo? ¿Qué tengo que hacer para mejorar esta situación? ¿Necesito ayuda?”
¿Qué pasa con la conducción?
Conducir es una actividad que despierta muchas emociones. En ocasiones, nos hace sentir satisfechos y capaces, otras nos divierte, e incluso alimenta nuestro ego. Y es que , con la conducción expresamos nuestro estado de ánimo . Esto puede hacer salir lo mejores y los peores impulsos, por la confianza que nos genera el estar al volante.
Revisar nuestra emociones para no correr riesgos
Cuando estamos emocionalmente inestables puede acarrearnos consecuencias y correr más riesgos en la carretera como por ejemplo: correr más con el vehículo, no prestar la atención necesaria, tomar decisiones inadecuadas…
Por eso recomendamos que si nos encontramos preocupados, especialmente nerviosos, disgustados, cansados o incluso muy estresados, no tenemos que coger el coche. La recomendación sería que lo coja otra persona o esperar a sentirnos un poco mejor para cogerlo.
Gestionar nuestros sentimientos negativos
Lo fundamental es saber qué me está pasando y cómo puedo resolverlo. Si tengo una preocupación, ver si le puedo dar alguna solución y buscarla activamente.
Hacer ejercicios de relajación y controlar la respiración, es importante no tomar ansiolíticos por que estos son incompatibles con la conducción.
Tomarnos un tiempo para calmarnos y descansar un poco antes del viaje para estar más activos en el trayecto o bien dar un paseo o hacer algo de ejercicio para despejar la mente.
Cada persona sabe lo que le ayuda o le sienta bien. Es importante encontrar la manera de relajarse y sentirse emocionalmente bien antes de conducir durante un largo viaje.
¿Qué emociones debemos detectar?
LA ira: te puede llevar a tener conductas peligrosas al volante porque va a potenciar la agresividad. Es la enemiga número uno de la seguridad vial.
La ansiedad: un nivel alto de estrés nos bloquea a la hora de realizar muchas actividades.
El miedo: el miedo nos hace más prudentes al volante, pero si llega a un alto grado, nos puede paralizar y hacer que no reaccionemos a tiempo.
La tristeza: conducir en un estado de ánimo bajo, puede ser peligroso, porque normalmente vamos pensando en el motivo de lo que nos entristece. Esto hace que no estemos centrados en la carretera y nos despiste.
Es muy importante concienciarse y generar el respeto que se merece la conducción.
Qué emociones debemos potenciar
El optimismo: nos hace más tolerantes, amables, colaboradores y considerados.
La empatía: es la emoción más básica que debemos tener al mando de un vehículo. Cuanto más amables y positivos mejores conductores, porque al preocupamos por la seguridad de los demás, nos convertimos en conductores más seguros y fiables.
RECOMENDACIONES:
Revisarnos emocionalmente: tenemos que revisarnos a nosotros mismos para deducir cómo estamos y si nos encontramos en condiciones de coger el coche o no.
Descansar antes de cada trayecto: Dormir bien o hacer ejercicios de relajación ayuda a sentirnos relajados.
Tener preparado el viaje: Organizar el viaje antes de partir (saber la ruta, ir con batería, etc.) para no encontrarnos con imprevistos que nos puedan alterar. Si en el viaje llevamos niños, hay que tener en cuenta que habrá que parar más, llevar algo de comida y bebida, y alguna distracción para entretenerlos, de lo contrario es posible que se quejen y nos desestabilicen.
Ponerse al mando de un coche requiere de nuestros cinco sentidos y no debes olvidar que lo importante es ¡Volver a casa por Navidad !
Conduce con serenidad donde el corazón te lleve…allí estará tu hogar.